viernes, 27 de abril de 2018

El dolor III. ¿A qué afecta el dolor?


Como ya vimos anteriormente en otras entradas, el dolor crónico es aquel que persiste pese a que los tejidos hayan sanado, esto provoca que la vida de la persona que lo sufre y de su entorno se vea afectada, pero ¿cómo afecta realmente el dolor crónico a la persona que lo padece?
El dolor crónico afecta en todos los aspectos de la vida de una persona: físico, emocional, social, laboral y sexual:

  • Físico: Al doler, la persona cambia la forma en la que se mueve o incluso puede llegar a dejar de mover algunas partes de su cuerpo. Cada vez, irá perdiendo más forma física ya que al moverse le duele e irá reduciendo el tiempo en el que realiza actividad física hasta que no realizará nada. En algunos casos, la persona tiene días con dolor y días sin dolor, en los días sin dolor hará más esfuerzo del que debe por lo que en los días con dolor, este habrá aumentado, y permanecerá más días. Es importante realizar actividades físicas que no provoquen dolor ni en el momento en que se realiza ni en el futuro. Para ello, se debe contar con un entrenador personal y/o un fisioterapeuta que valore y guíe las sesiones de ejercicio que puede realizar e ir aumentando poco a poco.
  • Emocional: Cuando la persona siente dolor muchos días y no puede mitigarlo, acaba teniendo un sentimiento de desesperanza, que provoca tristeza y menos ganas de afrontar su dolor. Suelen aparecer problemas emocionales o psicológicos como depresión y ansiedad. Las personas que tienen un apoyo social firme tienden a afrontar mejor el dolor y los problemas emocionales relacionados. Es posible que tenga que acudir a terapia psicológica o psiquiátrica para solucionar estos problemas. Los fármacos muchas veces son necesarios para aliviar los síntomas emocionales. Asistir a grupos de apoyo puede ayudar a la persona a ver que no está sola. El ejercicio físico libera sustancias que ayudan a encontrarse mejor, además, de la sensación de verse más activo.
  • Social: El círculo de relaciones sociales se resiente ya que la persona que sufre dolor crónico no puede poner buena cara o no tiene fuerzas para salir y realizar actividades diferentes. La pareja es la más afectada, debe soportar una mayor carga de trabajo y responsabilidad, debido a esto encontramos que hay un porcentajes de divorcios mayor en las parejas en las que un miembro sufre dolor crónico. La familia puede ser poco considerada o considerada en exceso, ninguna de estas dos cosas beneficia a la persona que sufre dolor crónico. Pueden aparecer resentimientos, culpa y sentimientos de obligación. Debemos mostrarnos solícitos pero sin agobiar y sobre todo escuchar a la persona que sufre dolor sin que despierte un sentimiento de pena o rechazo.
  • Laboral: Cada año en el mundo se pierden miles de millones de dólares relacionados con el empleo a causa de los problemas que se originan por el dolor crónico. Estos costes están relacionados con la disminución de la productividad y el reciclaje de los trabajadores que han sufrido lesiones. Siempre es recomendable para la persona con dolor crónico seguir trabajando, ya que es una parte importante de lo que somos y de la imagen que tenemos de nosotros mismos. Si pierden su trabajo, pierden su autoestima, pierden el sistema de apoyo social y sufren graves dificultades económicas. También vemos como esto afecta al factor social, ya que al no poder trabajar pierde vida social con los compañeros de trabajo, y si sigue trabajando los compañeros pensarán que fingen.  
  • Sexual: Entre el 50 y el 75% de parejas con algún miembro sufriendo dolor crónico refiere que apenas mantienen relaciones sexuales o están en un período de abstinencia. Muchas veces esto está  relacionados con los efectos secundarios de los medicamentos. Otros temen que su dolor empeore o están muy cansados para practicarlo. La falta de forma física también suele ser una de las razones por las que las personas con dolor crónico no practican sexo. Además, al estar estresados nuestro cerebro entiende que la reproducción no es algo prioritario para nuestra supervivencia por lo que reduce los impulsos sexuales. Sólo es necesario encontrar una posición cómoda para aliviar el dolor, y de esta manera poder disfrutar de un momento de intimidad con tu pareja.







miércoles, 11 de abril de 2018

El dolor II. ¿Cómo se produce el dolor?


En anteriores entradas hablamos sobre qué era el dolor, cómo se clasificaba y cuáles eran los tratamientos que más se utilizaban para luchar contra él. En esta nueva entrada o vamos a hablar sobre cómo se produce el dolor, para ello diferenciaremos el dolor agudo del crónico, ya que, aunque las estructuras que entran en juego son las mismas, no se producen de la misma manera. 

Antes de nada debemos saber que en nuestro organismo encontramos infinidad de sensores que responden a estímulos mecánicos (golpe), químicos (ya sean externos como un ácido o internos como un cambio hormonal) y térmicos (frio/calor). Es importante tener claro que estos sensores no son receptores del dolor. Los sensores tienen una vida corta y se van reemplazando a los pocos días, la fabricación de estos sensores permanece de manera estable, siempre y cuando no haya nada que lo altere (como un accidente o el stress)



En el dolor agudo, cuando estos sensores reciben alguno de estos estímulos liberan sustancias que llegan hasta la neurona, haciendo que esta se excite y envíe un impulso eléctrico a través de varias neuronas hasta la médula y de esta al cerebro. Entonces el cerebro procesa la información que recibe y envía una respuesta para evitar que los sensores sigan abiertos. Por ejemplo: cuando tocamos algo que está caliente, el estímulo “calor” llega hasta el cerebro y este decide si es muy fuerte y nos está quemando o si es algo tolerable para nuestro organismo, si decide que nos está quemando su respuesta será quitar la mano. 




En el dolor crónico, se provoca la producción de más sensores y además estos permanecen más tiempo abierto, lo que permite que se liberen más sustancias hacia la neurona, esta se vuelve más sensitiva para ser más eficiente, incluso puede provocarse que crezcan neuronas adyacentes para ser aún más eficaz. Por lo tanto llegarán más impulsos hasta la médula, por su parte la médula funciona como un distorsionador entre las neuronas y el cerebro, por lo que el cerebro siempre recibe un mensaje alterado que le informa que hay más peligro del que realmente hay. Por lo tanto, el cerebro mandará una señal de respuesta desproporcionada.  Ejemplos de esto sería cuando tenemos un accidente de coche y nos dañamos el cuello, pese a que a los 3 meses el tejido se ha recuperado seguimos sintiendo dolor, y es porque nuestro cerebro recibe información errónea que le avisa de un daño que no existe. 






De esta manera se producen 3 fenómenos relacionados con el dolor:

  • Hiperalgesia: los tejidos que antes dolían, ahora duelen más. (ejemplo: un pellizco que antes dolía 3/10, ahora duele 7/10)

  • Alodinia: los tejidos que antes no dolían, ahora duelen. (ejemplo: una caricia que antes no dolía, ahora duele)

  • Sensibilización central: el cerebro y la médula están sensibilizados ante los estímulos dolorosos, así un simple recuerdo o pensamiento, puede provocar dolor. Es impredecible ya que el cerebro siempre está alerta y se puede desplazar a otras áreas. (ejemplo: la fibromialgia)

lunes, 9 de abril de 2018

Noche en Blanco Málaga 2018

Nos complace anunciaros que el próximo sábado 12 de mayo de 2018, FiOs Clinic participará en una nueva edición de La Noche en Blanco de Málaga, con una actividad titulada "Yo soy la Musa" en la que realizaremos ejercicios de Pilates en grupos de 6 personas, para poder fortalecer el cuerpo a la vez que relajamos la mente.

Para inscribirse en esta actividad solo es necesario inscribirse enviando un email a fiosclinic@gmail.com o llamando al 645648308.

¡Os esperamos!