miércoles, 11 de abril de 2018

El dolor II. ¿Cómo se produce el dolor?


En anteriores entradas hablamos sobre qué era el dolor, cómo se clasificaba y cuáles eran los tratamientos que más se utilizaban para luchar contra él. En esta nueva entrada o vamos a hablar sobre cómo se produce el dolor, para ello diferenciaremos el dolor agudo del crónico, ya que, aunque las estructuras que entran en juego son las mismas, no se producen de la misma manera. 

Antes de nada debemos saber que en nuestro organismo encontramos infinidad de sensores que responden a estímulos mecánicos (golpe), químicos (ya sean externos como un ácido o internos como un cambio hormonal) y térmicos (frio/calor). Es importante tener claro que estos sensores no son receptores del dolor. Los sensores tienen una vida corta y se van reemplazando a los pocos días, la fabricación de estos sensores permanece de manera estable, siempre y cuando no haya nada que lo altere (como un accidente o el stress)



En el dolor agudo, cuando estos sensores reciben alguno de estos estímulos liberan sustancias que llegan hasta la neurona, haciendo que esta se excite y envíe un impulso eléctrico a través de varias neuronas hasta la médula y de esta al cerebro. Entonces el cerebro procesa la información que recibe y envía una respuesta para evitar que los sensores sigan abiertos. Por ejemplo: cuando tocamos algo que está caliente, el estímulo “calor” llega hasta el cerebro y este decide si es muy fuerte y nos está quemando o si es algo tolerable para nuestro organismo, si decide que nos está quemando su respuesta será quitar la mano. 




En el dolor crónico, se provoca la producción de más sensores y además estos permanecen más tiempo abierto, lo que permite que se liberen más sustancias hacia la neurona, esta se vuelve más sensitiva para ser más eficiente, incluso puede provocarse que crezcan neuronas adyacentes para ser aún más eficaz. Por lo tanto llegarán más impulsos hasta la médula, por su parte la médula funciona como un distorsionador entre las neuronas y el cerebro, por lo que el cerebro siempre recibe un mensaje alterado que le informa que hay más peligro del que realmente hay. Por lo tanto, el cerebro mandará una señal de respuesta desproporcionada.  Ejemplos de esto sería cuando tenemos un accidente de coche y nos dañamos el cuello, pese a que a los 3 meses el tejido se ha recuperado seguimos sintiendo dolor, y es porque nuestro cerebro recibe información errónea que le avisa de un daño que no existe. 






De esta manera se producen 3 fenómenos relacionados con el dolor:

  • Hiperalgesia: los tejidos que antes dolían, ahora duelen más. (ejemplo: un pellizco que antes dolía 3/10, ahora duele 7/10)

  • Alodinia: los tejidos que antes no dolían, ahora duelen. (ejemplo: una caricia que antes no dolía, ahora duele)

  • Sensibilización central: el cerebro y la médula están sensibilizados ante los estímulos dolorosos, así un simple recuerdo o pensamiento, puede provocar dolor. Es impredecible ya que el cerebro siempre está alerta y se puede desplazar a otras áreas. (ejemplo: la fibromialgia)

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