miércoles, 31 de enero de 2018

Manipulaciones articulares ¿son buenas?




Son muchas las ocasiones en la que nuestros pacientes nos preguntan: ¿Es bueno crujirse las articulaciones (dedos, espalda…)?
Para responder a esta pregunta os explicaremos por que se producen "los crujidos" y que efectos pueden tener.

¿Por qué crujen las articulaciones?
Cuando una articulación cruje o se escucha un chasquido, eso se llama “efecto cavitación”. Los materiales pueden encontrase en estado líquido, sólido o gaseoso según la presión y la temperatura a la que se encuentren. De esta forma, el líquido sinovial (el que está dentro de las articulaciones) en estado normal es líquido, pero cuando está un poco más frío de lo normal y/o la presión dentro de la articulación aumenta al realizar un movimiento o por fuerzas tensionales de los músculos, parte del líquido sinovial se convierte en gas, formándose unas burbujas dentro de la articulación, produciendo el chasquido o “trust”. Pasado unos diez a quince minutos aproximadamente, dichas burbujas se disuelven en el mismo líquido y desaparecen, permitiendo a la articulación volver a crujir. Es una implosión dentro de la articulación y escuchamos el cambio repentino del líquido pasando a gas por el cambio de presión, como cuando escuchamos el agua hirviendo.

Las manipulaciones tienen el efecto de relajar la musculatura circundante, por ello hay personas a las que les resulta tan agradable y hay veces que puede ser necesario en un tratamiento, pero no por crujir más se soluciona la lesión. De hecho, si tras la manipulación el dolor solo se alivia momentáneamente, y sigues percibiendo los mismos síntomas a corto plazo, esto puede ser debido a otras causas como un desequilibrio muscular, por lo que se debería proceder con otros tratamientos en lugar de manipular de forma insistente sobre las mismas articulaciones.

Cuando las articulaciones son manipuladas por un profesional y las hace crujir de forma intencionada, lo hace de forma que la articulación sea forzada lo menos posible con unos gestos y parámetros específicos. Durante un tratamiento no tiene sentido hacerlo más de dos veces por semana. En cambio si lo hacemos por simple gusto varias veces o nos la realiza alguien que no tenga la formación adecuada, la articulación puede verse especialmente forzada e incluso llegar a lesionarnos.

Por otro lado, no hay asociaciones demostradas entre crujir una articulación y provocar artrosis, pero si se pueden encontrar casos que relacionan manipular de forma innecesaria y empeorar el desequilibrio muscular y por tanto la lesión.

Una vez entendido como se producen y que efectos tienen sobre el cuerpo podemos responder que las manipulaciones NO son buenas, siempre que no las realice un profesional experto, y menos aún si se hace de forma descontrolada varias veces al día.

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