jueves, 22 de febrero de 2018

Escoliosis



La escoliosis se trata de una alteración de las curvas de la columna vertebral en los tres planos del espacio (coronal, sagital y transverso). Con el paciente de lado podemos ver que la cifosis dorsal se acentúa (un ángulo de Cobb de más de 10º), en el plano sagital puede observarse como las vértebras forman curvas laterales fuera de la línea media y normalmente también hay rotación de las vértebras.

Se pueden clasificar en dos grandes grupos:

  • Rígidas, cuando al flexionar la espalda, se puede observar un lado del tronco más elevado que el otro, debido a la lateralización y rotación de las vértebras.
  • Adaptativas, cuando al flexionar la espalda, las curvas laterales y la rotación desaparecen y la columna vuelve a la línea media del cuerpo, se observa como los dos lados del tronco están a la misma altura. Son las más benignas, ya que suelen deberse a las posturas que tomamos en el día a día.

De forma más específica, existen otras clasificaciones que varían según los grados y los planos en los que se va desarrollando la escoliosis.

Entre los orígenes que pueden tener las escoliosis encontramos:
  • Muscular: debido a descompensaciones de las fuerzas musculares
  • Congénita: por algún tipo de malformación del individuo
  • Como consecuencia de alguna enfermedad subyacente (parálisis cerebral, enfermedades pulmonares…).


La escoliosis, suele aparecer en individuos jóvenes, a los cuáles normalmente, no les duele la espalda, si no que los padres observan desde fuera que la espalda del individuo no parece alineada. También puede aparecer durante la edad adulta, pero es más raro y casi siempre es adaptativa.

Cuando aparece la escoliosis rígida en edades tempranas sin ninguna causa aparente, es importante acudir al médico, ya que suelen ir desarrollándose con la edad. Ésta se conoce como “escoliosis idiopática”, es decir, no se sabe cuál es su origen. En los momentos de fuertes cambios hormonales como la primera regla o la menopausia se pueden sufrir picos en los que la escoliosis aumenta la deformidad. Entre los 18 y los 20 años su desarrollo se frena, pero durante la edad adulta sigue creciendo, a un ritmo medio de 1º por año (aunque antes se pensaba que no crecía más). Hay estudios que plantean la hipótesis de que se deben a alteraciones hormonales, y otros que, tras observaciones de resonancias magnéticas, se deben a una alteración entre el neuroeje (el eje del cerebro) y el neurorraquis (el eje de la médula espinal).

La escoliosis, de por sí, no suele ser dolorosa, hay casos (de pacientes muy antiguos, o más actuales, pero en los que hay un servicio médico muy deficiente) de escoliosis de más de 100º de inclinación en los que la espalda se observa totalmente retorcida, pero la persona puede hacer vida normal, sin muchas limitaciones. Cuando puede haber más dolor es en picos de crecimiento de la deformidad o debido a que los músculos que la están provocando se han contracturado, ya que la gran tensión a la que están sometidos, además sufran algún sobreesfuerzo en alguna postura o gesto.

Para controlar e incluso frenar el desarrollo de la escoliosis, lo primordial es ir al médico para que la evalúe. En etapas tempranas, cuando es más leve, una tabla de ejercicios adecuados establecidos por un fisioterapeuta, suele ser suficiente. Si a pesar de los ejercicios, la escoliosis sigue creciendo, el médico recetará al paciente un corsé que ayudará a frenar su desarrollo, y se le mandará a un centro con fisioterapeutas especializados en escuela de espalda donde se realizarán ejercicios correctivos tanto en suelo como en piscina (si el centro dispone de piscina). Normalmente con esto suele ser suficiente. Si no lo fuera y se observa un crecimiento descontrolado, que suele ser la minoría de los casos, lo último que se realiza es cirugía, en la que se fijan unas varas a ambos lados de todas las vertebras que forman las curvas y se tensan para realinear en la medida de lo posible dichas vértebras, procurando dejar libres las vértebras cervicales y lumbares para permitir cierta movilidad.

jueves, 8 de febrero de 2018

Método Pilates



Pilates es un método de entrenamiento que integra cuerpo y mente, se realiza a través de movimientos suaves y a la vez constantes, para los cuales necesitamos mucha concentración. 

Su objetivo es fortalecer los músculos más profundos del cuerpo para dar estabilidad a la columna y a los grandes grupos musculares. 

Este método fue creado a principios del siglo XX por Joseph Pilates, quien se basó en sus conocimientos  de gimnasia, traumatología y yoga para crearlo. En un principio el método se llamó “contrology” (contrología). 

Los principios en los que se basa el método Pilates son:

  •  Alineamiento: de todos los segmentos del cuerpo. 
  • Centralización: Toda la fuerza para hacer los diferentes ejercicios parten del centro del cuerpo o CORE, que se localiza en la zona del ombligo.
  • Concentración: Para tomar consciencia del cuerpo, controlar que los gestos y ejercicios se realizan correctamente y con la mejor alineación, y coordinarlos con la respiración. 
  • Control.
  • Precisión.
  • Fluidez.
  • Respiración: que cumple un papel primordial en el método.

Los beneficios que podemos obtener son: aumento de la flexibilidad y elasticidad, destreza, agilidad, coordinación de movimientos, mejora de la postura global, reducción del nivel de estrés, tonificación de los músculos y fortalecimiento del abdomen. 
 
Actualmente se han desarrollado dos tipos de entrenamientos:  

  • Pilates MAT: son ejercicios que se realizan en el suelo sobre una colchoneta, y en el que se puede utilizar pequeños aparatos como pesas, aros, balones, etc.
  • Pilates Studio: se realizan en máquinas que a través de muelles y poleas consiguen oponer la resistencia necesaria para cada persona. Estas máquinas son: cadillac, reformer, torre, silla y barril.

Ya que es un tipo de ejercicio suave que pueden realizar todo tipos de personas y de cualquier edad, en los últimos años se está combinando con los principios de la fisioterapia para tratar o prevenir lesiones musculoesqueléticas, esto es conocido como “fisio-pilates”.

miércoles, 31 de enero de 2018

Manipulaciones articulares ¿son buenas?




Son muchas las ocasiones en la que nuestros pacientes nos preguntan: ¿Es bueno crujirse las articulaciones (dedos, espalda…)?
Para responder a esta pregunta os explicaremos por que se producen "los crujidos" y que efectos pueden tener.

¿Por qué crujen las articulaciones?
Cuando una articulación cruje o se escucha un chasquido, eso se llama “efecto cavitación”. Los materiales pueden encontrase en estado líquido, sólido o gaseoso según la presión y la temperatura a la que se encuentren. De esta forma, el líquido sinovial (el que está dentro de las articulaciones) en estado normal es líquido, pero cuando está un poco más frío de lo normal y/o la presión dentro de la articulación aumenta al realizar un movimiento o por fuerzas tensionales de los músculos, parte del líquido sinovial se convierte en gas, formándose unas burbujas dentro de la articulación, produciendo el chasquido o “trust”. Pasado unos diez a quince minutos aproximadamente, dichas burbujas se disuelven en el mismo líquido y desaparecen, permitiendo a la articulación volver a crujir. Es una implosión dentro de la articulación y escuchamos el cambio repentino del líquido pasando a gas por el cambio de presión, como cuando escuchamos el agua hirviendo.

Las manipulaciones tienen el efecto de relajar la musculatura circundante, por ello hay personas a las que les resulta tan agradable y hay veces que puede ser necesario en un tratamiento, pero no por crujir más se soluciona la lesión. De hecho, si tras la manipulación el dolor solo se alivia momentáneamente, y sigues percibiendo los mismos síntomas a corto plazo, esto puede ser debido a otras causas como un desequilibrio muscular, por lo que se debería proceder con otros tratamientos en lugar de manipular de forma insistente sobre las mismas articulaciones.

Cuando las articulaciones son manipuladas por un profesional y las hace crujir de forma intencionada, lo hace de forma que la articulación sea forzada lo menos posible con unos gestos y parámetros específicos. Durante un tratamiento no tiene sentido hacerlo más de dos veces por semana. En cambio si lo hacemos por simple gusto varias veces o nos la realiza alguien que no tenga la formación adecuada, la articulación puede verse especialmente forzada e incluso llegar a lesionarnos.

Por otro lado, no hay asociaciones demostradas entre crujir una articulación y provocar artrosis, pero si se pueden encontrar casos que relacionan manipular de forma innecesaria y empeorar el desequilibrio muscular y por tanto la lesión.

Una vez entendido como se producen y que efectos tienen sobre el cuerpo podemos responder que las manipulaciones NO son buenas, siempre que no las realice un profesional experto, y menos aún si se hace de forma descontrolada varias veces al día.

viernes, 26 de enero de 2018

¿Qué es el vendaje neuromuscular o kinesiotaping?



En nuestra práctica clínica muchos pacientes nos preguntan por “las tiras de colores” y su utilidad, así que hoy os hacemos este post para explicaros en qué consiste el vendaje neuromuscular o kinesiotaping y para qué se utiliza. 

El vendaje neuromuscular o kinesiotaping consiste en cintas de algodón con un adhesivo acrílico que se utilizan con la intención de tratar lesiones de atletas y otros trastornos físicos. Este adhesivo acrílico está aplicado según un patrón que permite que la piel pueda estar ventilada, evitando así irritaciones en la piel y haciendo que pueda permanecer más tiempo puesto. La cinta puede estirarse hasta un 140% lo que permite que se adapte a la piel perfectamente. 

Las bases de esta técnica se crearon en Corea y Japón durante la década de los 70, allí comenzó a usarse en el mundo del deporte. Más adelante, en los años 90, este tipo de vendaje comenzó a utilizarse en Europa y Estados Unidos empezando en el mundo del deporte para posteriormente pasar al uso de la población general. 

Para su aplicación se hace uso de la elasticidad de la piel, para ello estiramos piel y musculatura de la zona a tratar y pegamos la mayor parte de la cinta con un estiramiento previo que dependerá del efecto que queramos conseguir; después volvemos a la posición inicial para terminar de pegar la cinta en una posición relajada de la musculatura.

Los efectos que conseguimos son: analgesia, regular el tono muscular, corregir la posición articular, aumentar la estabilidad, estimular la propiocepción y mejorar la circulación sanguínea y linfática. 

Se puede usar para: contracturas musculares, aumentar fuerza y tono muscular, tendinopatías, esguinces, luxaciones, hematomas, edemas, cicatrices y dolores menstruales.

Aunque es una técnica que no suele dar problemas, si puede tener algunas contraindicaciones como por ejemplo: trombosis, heridas, cáncer, embarazo (no debe ponerse en zona abdominal y lumbar), diabetes, problemas en la piel y si al utilizarlo produce alergias o picazón en la zona no se recomienda su uso de nuevo.

Por supuesto, siempre recomendamos que el vendaje neuromuscular sea aplicado por un profesional de la salud, preferiblemente un fisioterapeuta con la formación adecuada.

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Bienvenidos al Blog de FiOs CLINIC. Somos una clínica de fisioterapia y osteopatía en el centro de Málaga, que llevamos prestando servicios desde el año 2014. Nuestro equipo está formado por dos grandes fisioterapeutas con más de 7 años de experiencia profesional y numerosas formaciones que permiten dar a nuestros pacientes el mejor tratamiento.

Trabajamos con diferentes técnicas que incluyen la osteopatía, la terapia manual ortopédica, pilates y ejercicios terapéuticos, acupuntura, naturopatía, drenaje linfático y vendajes. 

El objetivo de este Blog es ayudaros a conocer y comprender las diferentes técnicas que utilizamos los fisioterapeutas en nuestro día a día, y las patologías que más nos encontramos en nuestra práctica clínica, además de intentar resolver las dudas que cada día nos haceis en consulta.

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